El Parque Nacional de Garajonay está situado en la parte alta de la isla, entre los 800 y los 1.487 metros de altitud que alcanza la máxima cota de la isla, el alto de Garajonay. La mayor parte de su superficie está cubierta por frondosos bosques siempreverdes, que contrastan con la aridez dominante de la isla.
Estos bosques son una auténtica reliquia del pasado, porque conservan parte de la flora de los bosques que hace millones de años poblaban el área mediterránea, y que desaparecieron del continente como consecuencia de cambios climáticos, que apenas afectaron a las islas.
A ello se une el interés de una flora y fauna exclusivas, únicas en el mundo, resultado de una evolución diferenciada, propiciada por el aislamiento oceánico.